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La protesta de Viejo ha circulado entre la comunidad investigadora y ha iniciado una oleada de críticas contra el cambio en la futura asignatura Biología y Geología de primero de bachillerato, de la que desaparecen los contenidos relativos a la diversidad de los seres vivos y su clasificación, además de la biología de las plantas y de los animales en aspectos como nutrición, reproducción y adaptación al medio. Las modificaciones se implantarán, si no hay marcha atrás, a partir del próximo curso escolar, 2014-2015.
A cambio, el Ministerio introduce contenidos de bioquímica, biología de la célula y genética molecular, “igualmente relevantes, pero ya se imparten en segundo [de bachillerato], por lo que se plantea una inútil y perjudicial redundancia” En el resto de años de bachillerato, cursado ordinariamente por jóvenes de entre 16 y 18 años, no se imparten temas relacionados con la biodiversidad del planeta, señalan los críticos.
La sostenibilidad se basa “en un mínimo conocimiento de la biodiversidad, de manera que es imposible que calen conceptos tales como pesca sostenible, protección de especies, impacto ambiental, etcétera, únicamente con los contenidos de la ESO, necesariamente limitados y superficiales”
Los cambios en los temarios constan en el Proyecto de Real Decreto por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria, de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato. El proyecto ha estado sometido a información pública hasta el 3 de enero, en plenas fiestas navideñas, “con alevosía”, según lamenta el ornitólogo Mario Díaz, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Este experto ya denunció en junio en la revista Science el giro de España hacia la investigación “de mercado”.
Los cambios en los temarios constan en el Proyecto de Real Decreto por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria, de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato. El proyecto ha estado sometido a información pública hasta el 3 de enero, en plenas fiestas navideñas, “con alevosía”, según lamenta el ornitólogo Mario Díaz, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Este experto ya denunció en junio en la revista Science el giro de España hacia la investigación “de mercado”.
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