Un informe interno del equipo rectoral sitúa la edad media del personal funcionarial (catedráticos y titulares) en 53 años, la cota más alta de las últimas cuatro décadas, debido a las duras restricciones del Gobierno central para convocar nuevas plazas públicas, que impiden el acceso de los jóvenes contratados a estas categorías. Unos datos que han hecho saltar las alarmas entre los dirigentes académicos, preocupados por las dificultades que tienen para garantizar el relevo generacional. Las perspectivas son especialmente negativas en algunas áreas de conocimiento (casi todas vinculadas a Ciencias de la Salud)
"Muchas universidades han sido creadas durante el período democrático y tienen menos problemas al respecto porque echaron a rodar con docentes jóvenes. Pero la nuestra tiene más de 400 años de historia", señala el vicerrector González, muy preocupado por la falta de herramientas legales que posibiliten un rejuvenecimiento de la institución académica a corto o medio plazo. "Corremos el riesgo de quedarnos sin buenos profesores que garanticen el relevo", añade.
La falta de recambio para el personal funcionarial es una losa que empieza a pesar demasiado. Esta porción representa tres cuartas partes de la plantilla docente e investigadora (PDI). El otro 25 por ciento, más joven, se corresponde con los trabajadores sin plaza fija (con diferentes categorías, como contratado doctor, ayudante doctor, ayudante, asociado...) y debería protagonizar esa renovación.
20 áreas cuentan con miembros que superan, de media, los 60 años.Como por ejemplo Zoología (Biología de Organismos y Sistemas) con 62,5.
Noticia completa: La Nueva España
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