domingo, 8 de diciembre de 2013

El futuro de la universidad depende de los presupuestos que el principado apruebe este mes.

Via: El comercio.es 08.12.13 - 01:42 - EVA MONTES | GIJÓN.

«Nuestro presupuesto de tesorería hace que difícilmente podamos afrontar los pagos previstos a 31 de diciembre: nómina de noviembre y diciembre, becarios, paga extraordinaria, finalización de proyectos de investigación, devolución de préstamos de tesorería a Cajastur y justificación de las subvenciones concedidas por otras administraciones. Todo ello teniendo en cuenta que no hemos pagado a los proveedores desde el 1 de junio y que a fecha del mes de noviembre tenemos pagos pendientes por importe de 10.363.000 euros». Así de rotunda es la conclusión de la «situación actual» a la que la Universidad de Oviedo llega en su Informe Presupuestario y Financiero. Y todos disponen de él. Diez páginas de datos, análisis y propuestas que el rector ha ido entregando a todos los grupos políticos de la Junta General del Principado. Lo tiene el presidente del Gobierno asturiano y todo aquel que tiene algo que decir en la elaboración y en la aprobación de los presupuestos regionales de 2014.
En él Vicente Gotor no determina la cifra de déficit que prevé su equipo económico para dentro de 23 días, pero si bien hace una semana asumió públicamente una horquilla que iba de dos a cuatro millones de euros, en el pleno del Consejo Social de la Universidad de dos días después los representantes académicos expusieron un desequilibrio de «más de cuatro millones», a expensas de liquidación de algunas deudas. A día de hoy, un asunto tan acuciante como los salarios, parece estar resuelto, toda vez que la nómina de noviembre fue abonada y todo parece indicar que el Principado garantizará la de diciembre, así como la paga extraordinaria. Sin embargo, los proveedores no se encuentran en la misma posición. El crédito de cuatro millones que la Universidad contrajo con Cajastur a mitad de año -y de los que tiene por amortizar dos- no sirvió más que para frenar lo irrefrenable y llegar a final de año con más de 10 millones de deuda.


Vicente Gotor, en una de las reuniones de trabajo que mantuvo con el presidente del Principado. :: JESÚS DÍAZ
4 millones menos de matrícula
En el análisis de las razones que originan el déficit, el peso recae básicamente en la escasa financiación del Principado, víctima, a su vez, de los recortes del Gobierno central, pero también en la propia incidencia de la crisis entre los estudiantes. Más de cuatro millones se han restringido los ingresos por matrícula desde el curso 2011/2012, hace sólo dos años. Los alumnos son aproximadamente los mismos, en torno a 25.000, pero el número de asignaturas por las que pagan, cuando pagan, no. El reglamento de permanencia, que regula el tiempo máximo que el estudiante puede seguir en las aulas, castiga al alumno que no se presenta a examen, lo que hace que la cantidad de asignaturas por matriculado haya descendido significativamente.
Ello abunda aún más en las restrictivas economías familiares, que obligan a repensar el número de materias que el estudiante abordará cada año. De hecho, de los 33,5 millones recaudados por los 25.600 alumnos de 2011, se ha pasado a los 29,4 recogidos por los 25.000 estudiantes de 2013. Cuatro millones y sólo 600 alumnos menos. Y eso en el caso de que abonen la matrícula, porque «los impagos de los últimos cursos ascienden a 600.000 euros».
Los recortes en investigación, fuente de financiación de muchos de los servicios, tampoco ayudan, y los ocho millones menos que el Principado ha aportado para el pago del personal, los tres que ha quitado del mantenimiento de los edificios desde 2010, unidos a la desaparición de los tres millones del contrato-programa de 2012 y 2013, y los otros tres de transferencias y subvenciones, conforman el panorama económico y financiero de la Universidad.
El informe rectoral señala que lo que les ha colocado en el filo de la navaja no es sólo la deficiente financiación, sino la propia dificultad de la institución académica de cobrar sus deudas, como los ocho millones que le debe la Administración del Estado por subvenciones adelantadas y no cobradas.
Todo ello es lo que configura una «situación insostenible» para el próximo año, que Gotor adelanta que no podrá convivir con la realidad actual. Y se adoptarían «decisiones drásticas», que afectarían al cierre de instalaciones, como la residencia universitaria y el polideportivo de Mieres, la piscina de Oviedo o ciertos servicios científico técnicos. También se denunciarían convenios con ayuntamientos y se recortarían más las becas. Hasta incluye el rector lo que nunca quiso incluir: «El despido de profesores a través de la modificación de los planes de estudios, eliminando grupos reducidos y poniendo en riesgo la verificación de las titulaciones». Una cadena a la que sólo le queda el cierre de titulaciones.

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